Este conejito me lo encargó una amiga, es Juan Carlos Bodoque de una serie infantil llamada "31 Minutos".
Como pueden ver en el video, es un conejito muy ecológico y muy preocupado de cuidar nuestro planeta.
No sabía cómo iba a quedar ya que no tenía patrón para hacerlo, y como son "novata" en esto del tejido, pero probando y probando, entre tejiendo y deshaciendo lo hecho, me resultó, y fui feliz :)
Su dueña lo vió y le encantó :)
Pero ahora me da penita entregarlo, me duele, es como si perdiera un hijo... snif.. snif ¿les ha pasado que se encariñan con los trabajos hechos y se arrepienten de pasarlos?
Fue de pura casualidad.
Un día navegando en internet, encontré un tutorial de un Honguito de Mario Bros tejido a Crochet. Y yo que soy loca por ese videojuego, pensé de inmediato: esto lo tengo que hacer!.
Miré detenidamente el tutorial y me dije a mi misma: yo misma, no se ve dificil.
Pero hablaban de "puntos bajos", "aumentos", "anillos mágicos", etc., y se me revolvía todo en la cabeza... chino mandarín para una principiante como yo: se abría un nuevo mundo para mi.
Y me dispuse a tejer.
Lo primero fue comprar los materiales, no sabía nada de lanas, ni de palillos de crochet. Llegué a casa y no sabía qué iba a resultar de esta aventura... jajaa
En el primer amigurumi que tejí no marqué vueltas, nada, iba sacando la cuenta asi no más... y bueno, digamos que me quedó "parecido"................ NAAAAAA!! para ser sincera me quedó harto feo... jajajaa, pero me sentí saisfecha de ver algo creado por mi, algo que jamás pensé que iba a lograr.
Y me entusiasmé: empecé a investigar y aprender cada vez más de este nuevo mundo que había descubierto.
Ahora es mi vicio, no lo puedo dejar! me relaja una enormidad, me ayuda a concentrar y no pensar en "tonteras" que no debería, cada creación que sale de mis manos es como un nuevo hijo para mi (y me estoy llenando de hijos.. jejeje).
Y a pesar de que no soy la gran tejedora (aún soy una "principiante"), todavía me queda mucho por aprender, y me entusiasma la idea :)
Y ustedes ¿cómo llegaron a "enviciarse"?
